El 24 de junio de 2024, La Poste emitirá un sello para conmemorar el 50.º aniversario del descubrimiento de los huesos de Lucy.
En los años 1970, el descubrimiento de los huesos de Lucy a orillas del río Awash, en Etiopía, cambió irreparablemente nuestra visión y conocimiento sobre los orígenes de la especie humana.
Todo sucedió el 24 de noviembre de 1974, cuando varios miembros de la Expedición Internacional de Investigación Afar descubrieron unos huesos fósiles aislados que emergían de la pared. La limpieza continúa, en la que participan los directores de la misión (el geólogo Maurice Taieb y el paleoantropólogo Donald Johanson), los paleontólogos Claude Guillemot e Yves Coppens, así como estudiantes e investigadores etíopes: el conjunto está preciosamente recogido bajo el número de referencia científica. AL 288-1.
Se necesitarán dos años para publicar este descubrimiento en la prestigiosa revista Nature (1976), y dos años más para darle el nombre de una nueva especie (Australopithecus afarensis) y una datación precisa: 3,18 millones de años. Desde entonces, se han descubierto otros fósiles, pero peor conservados (¡de Lucy se conservan 52 fragmentos óseos, es decir, el 40% de todo el esqueleto!): mandíbula aislada, esqueleto infantil, elementos craneales, etc.
Es gracias a Lucy que se pudo demostrar la antigüedad del bipedalismo (incluso parcial), mucho antes de la aparición del proceso de aumento del volumen cerebral. Su densidad ósea, la morfología de sus caderas y rodillas y la apertura de su pelvis muestran a un individuo que comparte rasgos simiescos y humanos: un sujeto de aproximadamente 25 años, 1,10 m de altura y menos de 30 kg.
Todos conocemos la anécdota ampliamente difundida por Yves Coppens – “el padre de Lucy”, fallecido el 22 de junio de 2022 –: fue mientras escuchaba, en el lugar de la excavación, la canción de los Beatles “Lucy in the Sky with Diamonds” que surgió la idea. A los descubridores se les ocurrió nombrarlo así. Pero su nombre en amárico -lengua natural de Etiopía- está aún más cargado de significado: Dinqnesh (“eres maravilloso”). Qué juicioso parece ahora este nombre de bautismo...