Combinación de corazones para Navidad
Mujeres que hacen punto. Ovillos en el suelo, té inglés en la taza, la radio noruega el transistor, conversación y ruido incesante de agujas de tejer. Si alguien me pidiera evocar una imagen mental de las mujeres de mi infancia, sería haciendo punto. Dedos hábiles con las agujas que tejen hábilmente jerseys, gorros, calcetines y guantes. En ocasiones claros, blancos, negros, grises o marrones; otras veces patrones de colores y, a menudo, bastante complejos.
Sobra decir que en un país con tantas ovejas hay muchas tradiciones relacionadas con la lana. Desde la ropa tejida medieval hasta las modernas creaciones de punto, la lana de las Islas Feroe ha jugado un papel importante. Cortar, cardar e hilar la lana para diversos fines ha sido parte de la vida cotidiana desde tiempos ancestrales y, para todos, ricos o pobres, la lana ha sido el principal componente de su indumentaria.
No se puede decir con certeza cuándo comenzaron a tejer los feroeses. Una conjetura es que se comenzó a tejer con hilo de lana en el siglo XVI- XVII. Sin embargo, es razonable pensar que el proceso de elaboración de género de punto se profesionalizó a mediados del siglo XVII y que se inició la exportación de prendas, especialmente medias de punto. A finales del siglo XVIII las Islas Feroe exportaban 120.000 pares de medias de punto al año. En el siglo XIX crecieron las exportaciones de jerseys de punto y se convirtió en una fuente de ingresos casi tan buena como las medias.
La tradición de tejer patrones es casi tan antigua como el proceso de tejer. Los tradicionales jerseys o chaquetas de punto, realizados en lana de oveja engrasada debido a sus propiedades hidrófugas, tenían patrones simples. Probablemente esto se debe principalmente a la naturaleza de la lana gruesa. Los jerseys de capa más fina podían tener patrones más complejos, especialmente los destinados a los niños. También los jerseys abiertos para el traje nacional podían tener patrones muy elaborados, tanto para hombres como para mujeres.
Los patrones tradicionales de punto fueron preservados para la posteridad gracias a Hans Marius Debes que, a principios de los años treinta, viajó alrededor de las islas recogiendo patrones de punto. Su trabajo constante resultó en el libro "Føroysk Bindingarmynstur" (patrones feroeses), que fue publicado en 1932 y ampliado y re-editado en 1949. El libro es un clásico del que se han vendido más de 18.000 copias, una edición impresionante en un país tan pequeño.
En el siglo XX los patrones se hicieron más complicados. En mi infancia en los años sesenta, todos los niños llevaban jerseys de punto con patrones vibrantes. Desde entonces he estudiado un poco más las formas geométricas.
A finales de los años sesenta - principios de los setenta comenzaron a tejerse modelos más coloridos. El mundo exterior nos trajo patrones exóticos pero los patrones tradicionales nunca han pasado de moda.
En la actualidad, el punto tiene una dimensión adicional con los jóvenes diseñadores de las Islas Feroe. Con un conocimiento profundo de la tradición y un estilo creativo e innovador, han elevado aún más el arte del tejido. El género de punto de las Islas Feroe se exporta a todo el mundo, no sólo como prendas útiles, sino también como artículos de moda.
Uno de esos diseñadores jóvenes y prometedores ha realizado este año sellos de Navidad para las Islas Feroe. Katrin Nørgaard Andreasen es una diseñadora de joyas y metales preciosos de las Islas Feroe pero vive y trabaja en Randers, Dinamarca. Sobre la base de los patrones tradicionales feroeses ha creado una serie de diseños con corazones para la Navidad. A pesar de los patrones aparentemente complicados los corazones se combinan fácilmente y pueden colgarse en el árbol de Navidad, como emblemas tradicionales, símbolos de la Navidad entrañable y cálida, y sirven para recaudar fondos para los niños y jóvenes con necesidades asistenciales.
Anker Eli Petersen