Uno de los inventos más revolucionarios de la historia de la humanidad hasta la fecha fue la máquina de vapor. El primer dispositivo comercial impulsado por vapor, una bomba de agua, fue construido en 1698 por el inventor inglés Thomas Savery. Los exitosos experimentos del inglés Thomas Newcomen, el alemán Jacob Leopold y (especialmente) el escocés James Watt durante el siglo XVIII llevaron a la construcción de la locomotora, una poderosa máquina de vapor que arrastraba vagones con pasajeros y mercancías a lo largo de raíles de hierro.
La primera locomotora de vapor exitosa del mundo fue construida por los ingenieros ingleses George y Robert Stephenson. Originalmente llamada "Active" y luego rebautizada como "Locomotion No. 1", esta locomotora estuvo a la cabeza del primer tren de pasajeros de la historia el 27 de septiembre de 1825, que circuló entre Stockton y Darlington, en el noreste de Inglaterra. La citada composición estaba compuesta por un "coche" de pasajeros llamado "Experimento", con 18 asientos, y 21 vagones de mercancías para transportar carbón, en los que cabían unas 300 personas con billete comprado y un número indeterminado de personas sin billete, mientras que la locomotora era conducida por el propio George Stevenson. El trayecto entre ambos lugares, separados por poco menos de 14 kilómetros, duró casi dos horas, de las cuales el tren de 122 metros de largo y 80 toneladas métricas estuvo en movimiento unos 55 minutos, mientras que el resto del tiempo transcurrió en dos paradas por averías: primero, cuando se cayó una rueda de uno de los vagones, y luego, cuando se rompió una válvula de la bomba de agua de la locomotora. A pesar de un gran retraso, 10.000 personas recibieron con entusiasmo el primer tren de pasajeros que llegó a Darlington. La "Locomotora 1" tiró de trenes de pasajeros y de mercancías en la línea Stockton-Darlington durante menos de tres años, hasta el 1 de julio de 1828, cuando su caldera explotó en la estación de Aycliffe Lane, matando al conductor.
En el otoño de 1829, Robert Stephenson construyó la famosa locomotora "Rocket", que era una versión (técnicamente) significativamente mejorada de su anterior máquina de vapor y que, a partir de octubre del año siguiente, tiró de trenes entre Liverpool y Manchester, el primer ferrocarril público con tracción exclusivamente a vapor.
