El azar como guía creativaTurið, una artista autodidacta, adopta la espontaneidad, la curiosidad y el elemento del azar como piedras angulares de su proceso creativo. “Dejo que mi pincel deambule por donde quiera, permitiendo que el azar dicte el curso de cada pieza, al menos durante una parte del viaje. Lo que comenzó como un experimento lúdico con varios medios finalmente condujo a la unión armoniosa de acuarelas y puntos, que desde entonces se han convertido en mi lenguaje artístico”, reflexiona.
Mil puntos en movimiento
Las obras de arte de Turið se inspiran principalmente en la vida y las criaturas que habitan las profundidades invisibles del océano. Su estilo distintivo se define por delicadas capas de acuarela, paletas vibrantes y una intrincada constelación de puntos que infunden vida a este mundo sumergido y oculto. “Cada cuadro a menudo consta de miles de puntos. Los puntos se han convertido en mi firma artística, un elemento definitorio de mi trabajo”, señala.
El significado más profundo detrás de los puntos
Aunque la fusión de acuarelas y puntos surgió inicialmente de un proceso orgánico y desenfadado, Turið ha refinado su enfoque hasta convertirse en una visión artística única con el tiempo. Si bien el azar jugó un papel vital en sus primeras exploraciones, la profundidad conceptual detrás de sus creaciones es todo menos aleatoria.
“Me atraen los paisajes microscópicos de la vida, esos detalles que a menudo se pasan por alto y que persisten silenciosamente debajo de la superficie. Aunque estas criaturas permanecen invisibles en nuestra vida diaria, este universo paralelo bajo el agua rebosa de vitalidad y belleza. Es la riqueza infinita de lo minucioso en la inmensidad de la existencia lo que me cautiva. A menudo contemplo este reino increíblemente diverso, que muchos de nosotros tendemos a olvidar. Y reflexiono sobre cómo todos los seres vivos, sin importar cuán pequeños sean, están intrincadamente conectados”, explica Turið.
La curiosidad como brújula creativa
La curiosidad es la fuerza impulsora detrás de la práctica artística de Turið y, con el tiempo, el arte se ha vuelto inseparable de su propio ser. Cuando no está inmersa en el proceso creativo, se hace patente un vacío palpable.
“El arte aporta equilibrio a mi vida. Enseguida se convirtió en una parte indispensable de mi identidad. Cuando no estoy inmersa en la creación artística, ya sea a través del pensamiento o con las manos, siento que falta algo crucial. El acto de crear es a la vez profundamente satisfactorio y enriquecedor, un estado en el que busco estar constantemente. Soy una persona con una curiosidad perpetua, que siempre se esfuerza por ver las cosas de forma nueva, por inspirarme en otros artistas y por ampliar lo que ya estoy explorando. En definitiva, mi objetivo es crear un universo vibrante e inmersivo en el papel, que viaje a través de la mirada del espectador y despierte emociones y pensamientos en él. Hay algo profundamente fascinante en la idea de que, a través de una simple pincelada, pueda evocar sentimientos y reflexiones tan complejos en los demás”, concluye Turið.
Esta exploración del azar y del detalle meticuloso invita al espectador no sólo a mirar, sino a sentir, a detenerse y a contemplar los mundos invisibles que florecen debajo de la superficie y del pensamiento.
