El 26 de noviembre de cada año, las Naciones Unidas conmemoran el Día Mundial del Transporte Sostenible para destacar la importancia de contar con sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos. Con ello se pretende apoyar el crecimiento económico sostenible, mejorar el bienestar social de las personas y potenciar la cooperación internacional y el comercio entre los países.
En 2024 también se cumple el 60 aniversario del primer tren de alta velocidad. El 1 de octubre de 1964, el Tokaido Shinkansen de Japón, conocido comúnmente como el «tren bala», se puso en marcha entre Tokio y Osaka justo antes de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El transporte sostenible desempeña un papel crucial en la consecución de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en particular el Objetivo 3 sobre salud y bienestar (mejora de la seguridad vial), el Objetivo 7 sobre energía, el Objetivo 9 sobre industria, innovación e infraestructuras, el Objetivo 11 sobre ciudades y comunidades sostenibles (acceso al transporte y mejora del transporte público), el Objetivo 13 sobre acción por el clima y muchos otros.
Sea por negocios o por placer, las decisiones que tomamos para ir de un sitio a otro -conducción, avión, ferry, bicicleta, patinete o transporte público- pueden tener un gran impacto en nuestra huella de carbono. Elegir un estilo de vida consciente en materia de transporte puede ayudarnos a reducir las emisiones de dióxido de carbono y a mejorar la calidad del aire.
Promoviendo un sistema de transporte inclusivo y sostenible, podemos facilitar el desarrollo social y económico, mitigar los daños medioambientales y mejorar la calidad de vida en general.
