La serie Proverbios y refranes eslovenos ilustra y transmite un proverbio de carácter marcadamente educativo. Se adentra en diferentes épocas del pasado, que se caracterizaron por la falta de alimentos, incluso el hambre, y por otra parte por una renuncia a la abundancia de alimentos que resulta difícil de comprender.
Numerosos escritos hablan de la escasa disponibilidad de alimentos, por ejemplo, cuando la falta de harina hacía que la gente utilizara incluso corteza de árbol molida, a la que añadían judías o patatas. En situaciones de extrema hambruna, los alimentos de alta calidad se sustituían por cualquier cosa que estuviera a mano y no se considerara abundante. En épocas de hambruna, todo era útil y el proverbio recordaba a la gente que no debía hacer ascos a la comida y que, en cambio, debía asegurarse la supervivencia.
Para el mensaje educativo de este proverbio, la versión eslovena (V sili še hudič muhe žre, o Cuando es necesario, hasta el diablo come moscas) tomó las figuras negativas del diablo y la mosca. El diablo como encarnación del mal y del hambre, y una mosca como el mal y la enfermedad.