A menudo los vemos entre la multitud, vestidos con sus característicos uniformes rojos, equipados con pequeñas mochilas y la emblemática insignia de la Cruz Roja en el pecho. Ya sea en conciertos animados, festivales animados, eventos deportivos animados, reuniones comunitarias o cualquier lugar donde la gente se reúna, se destacan como faros de ayuda y asistencia.
Son los samaritanos de la Cruz Roja: personas que provienen de diversos orígenes, estilos de vida y niveles de educación y ocupación. Sin embargo, unidos por un espíritu altruista común, dedican una parte importante de su tiempo libre a cuidar el bienestar de los demás.
En tiempos de infortunio, atienden nuestras heridas, colocando rápidamente vendas o administrando primeros auxilios y, si es necesario, están capacitados para desplegar equipos salvavidas como desfibriladores de sus mochilas.
Si alguien bebe en exceso bebidas alcohólicas, extienden una mano amiga y ofrecen un espacio seguro para recuperar la sobriedad. Y si una situación requiere atención médica urgente, guían rápidamente a las personas a los centros de atención médica.
Para ellos, no hay discriminación en cuanto a a quién ayudan ni por qué. Al igual que su homónimo, el Buen Samaritano, ofrecen ayuda imparcial a todos los que la necesitan.
La rama feroesa de los Samaritanos de la Cruz Roja se estableció en 1999. Durante el último cuarto de siglo, han evolucionado hasta convertirse en un servicio de salud voluntario competente. Los futuros miembros reciben una formación rigurosa, incluido un curso de 30 horas de duración de los Samaritanos que abarca una formación integral en primeros auxilios. Los simulacros periódicos y la formación en primeros auxilios físicos y psicológicos garantizan que sean expertos en abordar una variedad de lesiones, desde raspones menores hasta traumatismos graves, y que la preparación para emergencias importantes siempre sea primordial.
En los últimos años, la mayor conciencia de las posibles crisis internacionales y sus implicaciones locales ha llevado a un mayor énfasis en la planificación de contingencias en las Islas Feroe. La Cruz Roja identifica diligentemente los riesgos y elabora estrategias de respuesta, y los Samaritanos están preparados para desempeñar un papel fundamental en estos esfuerzos de preparación.
Al conmemorar este hito en el que se ocuparon de nuestras necesidades y garantizaron nuestro bienestar, les enviamos nuestras más sinceras felicitaciones por sus 25 años de servicio inquebrantable.
¡Estamos inmensamente orgullosos de su dedicación desinteresada!