Aunque estos cuentos son antiguos, nos vemos reflejados en ellos. Aunque pasemos por alto estas narrativas, algo nos las recordará. No solo a través de páginas de libros tintados, sino también en el cine digital y la música. Aunque los medios de comunicación contemporáneos suelen tener fama de ser superficiales, también pueden llevar consigo antiguas historias. Y el valor de esto es inmenso, puesto que estas historias suelen tener una profundidad que las distracciones modernas rara vez alcanzan. Ofrecen un descanso, si es breve, para dar claridad y perspectiva a nuestras vidas.
Tomemos como ejemplo el cuento de Peter Pan, el niño que se resistió a crecer. En el ámbito de la música sobresale Michael Jackson, quien se basó en la fábula de la isla para escoger el nombre de su mansión: Neverland.
Sus raíces se remontan al personaje ficticio Peter Pan, creado por el sir escocés James Matthew Barrie (1860-1937) en 1902. Más tarde adaptó su texto para deleitar al público con su obra El niño que no quería crecer en 1904. En 1911, Barrie creó la novela Peter y Wendy. En la última adaptación de Disney, Neverland se ubica en Tindhólmur, en las islas Feroe, donde los espectadores pueden ver a Peter y Wendy volando.
Bajo el lema «Localidades de las películas», Tindhólmur recupera esta escena para el último sello feroés emitido por la Posta.
Una narración básica similar se puede ver en el Die Blechtrommel de Günter Grass de 1959, que se hace eco del tema del escocés Barrie. En la historia de Grass, es un niño llamado Oskar quien se niega a envejecer. Este apasionante cuento de adhesión a la juventud también se ha llevado al cine.
La representación animada completa de las aventuras de Peter Pan hecha por Disney en 1953 se convirtió en un icono mundial. Aunque había habido adaptaciones de películas anteriores e incluso musicales centrados en la misma narrativa, ninguno había alcanzado la inigualable repercusión de Disney.
Hoy en día, este legado continúa con la aventura de fantasía de Disney Peter Pan y Wendy, dirigida por David Lowery. Con Ever Gabo Anderson y Alexander Molony como Wendy y Peter respectivamente, la película los captura volando sobre las islas Feroe. Aunque los adultos y, especialmente, los adolescentes pueden sentirse nostálgicos con este cuento que los invita a reflexionar sobre los últimos años de su infancia, hay críticos que argumentan que la historia promueve el escapismo, pues proporciona una vía para escapar de las realidades desafiantes y las luchas diarias.
Marianna Debes Dahl, al traducir la historia al faroés en 1999, localizó los personajes y la conexión con nombres faroeses. Según ella, «la mayoría está familiarizada con la historia de Peter Pan, Vónbjørt, y los otros niños. Para muchos hoy en día, esta familiaridad puede venir de animaciones, cómics y otras adaptaciones de Disney. Sin embargo, aquí está el cuento original de Peter Pan, el niño reacio al paso del tiempo. En el momento en que su amiga hada, Klombru-Glint, aparece por la ventana de su dormitorio en Vónbjørt, la magia impregna el ambiente. Los niños son arrastrados a Gyklaland, donde observan a sirenas paseando por la orilla y luchando contra el capitán pirata Húk y su banda." Siguiendo la narración de la película anterior de James Bond en Kallurin, en las islas del Norte, la historia de Peter Pan y Wendy Darling se desarrolla en el oeste de Vágar, lo que traslada a Tindhólmur a la gran pantalla. Birgir Kruse