Föroya Bjór
El tema del sello SEPAC de este año es "Bebidas Locales", y en las Islas Feroe nadie duda de que la empresa líder en el sector es la antigua fábrica de cerveza Föroya Bjór, que lleva casi siglo y medio suministrando bebidas a las Islas Feroe, tanto cerveza como varios tipos de refrescos, y en los últimos años, bebidas más fuertes.
1888 - Símun í Vági
En 1883, Simon Frederik Hansen, de 20 años de edad, «Símun í Vági» en lenguaje coloquial, viajó a Dinamarca para aprender a ser panadero. Además de aprender pastelería profesional, durante su estancia en Dinamarca, Símun también aprendió a elaborar cerveza.
De regreso a las Islas Feroe en 1888, Símun í Vági comenzó su propia panadería, y ese mismo año empezó a elaborar cerveza en el sótano de su casa en Vági, ahora Klaksvík. La historia no nos cuenta de qué tipo de cerveza se trataba exactamente ni como sabía, pero sin duda alguna tenía un sabor excelente y debía ser bastante potente porque así es como comenzó "Föroya Bjór", una fábrica de cerveza que con el tiempo se convirtió en la mayor cervecería de las Islas Feroe y un líder en el sector.
Símun en Vági fue una persona emprendedora y creativa. Además de ser panadero y cervecero, fue además granjero y armador. También diseñó el icónico logotipo de Föroya Bjór, el carnero feroés que aparece en la emisión del sello.
Un evento devastador
A principios del siglo pasado, el movimiento abstencionista creció con fuerza en las Islas Feroe debido a los crecientes problemas de alcoholismo derivados del libre comercio. Tras un referéndum en 1907, se prohibió en las islas el consumo de cerveza con un contenido de alcohol superior al 2,7%. Esto significaba que Föroya Bjór y otras fábricas de cerveza feroesas podían producir únicamente cerveza lager ligera y cerveza blanca. Paradójicamente, a los feroeses se les permitía importar cerveza más fuerte de Dinamarca; simplemente no se les permitía que la elaboraran ellos mismos. Y lo mismo ocurría con el vino y los licores.
Y por si esto no fuera suficiente, los tiempos cambiaron para peor. La Primera Guerra Mundial tuvo duras consecuencias para las Islas Feroe, así como para el resto del mundo. En 1929 los mercados de valores se colapsaron en Wall Street, desencadenando otra crisis financiera mundial que duró hasta bien entrados los años treinta. Por supuesto, las desgracias de estos tiempos también afectaron a la pequeña fábrica de cerveza de Klaksvík, pero Símun logró hacer frente a la recesión y mantener a la empresa funcionando razonablemente bien.
Einar el sénior
En 1935 Símun í Vági falleció. Él y su esposa, Karin, habían tenido 8 hijos, y su cuarto hijo, Einar Fróvin Waag, se hizo cargo de la gestión de la fábrica de cerveza. Einar había heredado la mente visionaria y emprendedora de su padre, y ya al año siguiente, con 36 años, compró una maquinaria para refrescos de una empresa llamada "Smæran" en Tórshavn.
La producción de refrescos dio el impulso necesario a Föroya Bjór que, bajo el liderazgo de Einar, pasó de ser una pequeña empresa a ser un establecimiento industrial grande y moderno. En 1952, cerca de la antigua fábrica de cerveza, Einar construyó una fábrica nueva y más grande, que se expandió varias veces durante los años cincuenta y sesenta.
Einar junior
En 1968 el hijo de Einar, Einar Waag Jr., fue a Múnich, en Alemania, donde se formó como maestro cervecero. Dos años más tarde, en 1970, asumió la dirección de Föroya Bjór. Solo tenía 23 años. Era propietario de la fábrica de cerveza junto con su hermano Heini, pero en 2008 Einar adquirió las acciones de Heini y ahora es el único propietario de la empresa. Una descendiente de cuarta generación, Annika Waag, la hija de Einar, trabaja ahora como directora de operaciones y desarrollo en la antigua fábrica de cerveza familiar.
Una travesía por el desierto de 74 años por fin termina
En 1980 se introdujeron finalmente cambios en la extraña y desconcertante legislación feroesa sobre alcohol. A las fábricas de cerveza se les volvió a otorgar permiso para elaborar cerveza con más del 2,7 % de contenido de alcohol. Föroya Bjór y el competidor Restorffs Bryggjarí (cervecería) en Tórshavn no dudaron. Ambas fábricas de cerveza empezaron enseguida a comercializar auténtica cerveza lager y cerveza fuerte, y finalmente terminó la travesía de 74 años por el desierto con cervezas lager diluidas.
La oferta de cerveza no tardó en volverse más variada. Ambas fábricas de cerveza experimentaron con cervezas de diferentes tipos e intensidades, pero mientras que la fábrica de cerveza Restorff poco a poco se fue enfrentando a dificultades financieras y finalmente cerró en 2007, Föroya Bjór continuó con el desarrollo de productos y producción, ofreciendo diferentes selecciones de cervezas y refrescos.
Y el desarrollo continúa. En la actualidad, Föroya Bjór es responsable del 65 % de las ventas de cerveza feroesa y del 45 % de las ventas de refrescos en las islas.
Exportación
Föroya Bjór exporta cerveza a Islandia desde hace algunos años, consiguiendo allí una excelente cuota de mercado. El mercado danés no deja de crecer y Föroya Bjór acaba de entrar en el mercado noruego con productos seleccionados.
El constante progreso tanto en el país como en el extranjero no es arbitrario. La cerveza de Föroya Bjór es una bebida de primera clase y ha ganado varios premios internacionales. Esto se debe al alto nivel de artesanía, así como a la calidad única del agua de las Islas Feroe.
Protección del medio ambiente
En 2013 la empresa comenzó a fabricar sus propias botellas de plástico para la producción de refrescos, en lugar de importar botellas vacías del extranjero y devolver las usadas para su reciclaje. En diciembre de 2021 Föroya Bjór encargó un sistema de planta de reciente invención que permite a la empresa capturar la mayor parte de las emisiones de CO2 asociadas a la producción de cerveza, reciclándolas en la producción de refrescos.
Destilería de Einar
En los últimos años, también se ha iniciado la producción de productos de alcohol destilado bajo el nombre del fabricante "Einar's Distillery". En 2016 se instaló un nuevo alambique en la fábrica de cerveza con el objetivo de producir licores fuertes feroeses como el aquavit, el vodka, la ginebra, el aquavit de barril, el bíter y el licor de ruibarbo. Estos productos gozan de un gran éxito en el mercado nacional.
Además, Föroya Bjór se ha embarcado también en la producción de whisky pero, según la legislación de la UE, el whisky debe almacenarse durante al menos 3 años en barriles de roble.
En noviembre de 2020 se lanzó el primer whisky puro de malta. Fue un gran éxito y se agotó en menos de una hora. Durante 2021 se añadieron 5 tiradas, de entre 500 y 1000 botellas cada una, y se agotaron al instante. Tanto los expertos locales como los internacionales han otorgado a este whisky puntuaciones extraordinariamente altas, de 87 a 94 de un máximo de 100.
Para satisfacer la alta demanda, se está trabajando en un nuevo alambique de colada.
El viejo Símun í Vági sin duda levantaría las cejas en asombro y agradecimiento si pudiera ver cómo ha evolucionado la pequeña operación que empezó en su sótano de Klaksvík.
Anker Eli Petersen